Adiós, Fernando

Fernando Rubio

El pasado viernes nos despedimos de Fernando, gran artista y gran persona. Cuánto voy a echar de menos sus dibujos, sus infografías, su sonrisa contenida, su chiste a la vuelta de la esquina, sus palmaditas en la espalda. Y por supuesto, las comidas que nos pegábamos cada vez que nos volvíamos a ver, con él, siempre había un restaurante por descubrir. Nunca pedíamos pescado, como buen argentino que era, siempre nos esperaba alguna vaca.
En 2003 decidí enviar una muestra de mis trabajos a ABC, después de algunas llamadas me pasaron con Fernando Rubio (jefe de Ilustración e Infografía), y él me dijo que se los enviara a su mail. Envié dos o tres dibujos por semana, a los cuatro meses, recibí por fin una respuesta:
-José Manuel, sólo quería decirte que veo todos los dibujos que me envías y me gustan. Muchas gracias.
Aquello me reconfortó, porque en el resto de los medios no me habían dicho ni ‘mu’. Tres meses más tarde, se empezó a gestar un suplemento para Madrid (Comunidad) para el que pensaban colocar una viñeta. Pasé una ‘selección’ y me escogieron. Había varios dibujantes sobre la mesa, pero Fernando me apoyó… Y se lo he estado agradeciendo entre los taytantos chuletones que nos hemos tomado desde entonces.
Mi ‘Pan, pijo y habas’ del próximo domingo -del D7- (donde hemos de sus infografías a doble página) irá por ti, maestro. Te echo de menos, Fer.
Después de algún tiempo insistiéndole para que compartiera algunos de sus increíbles trabajos con nosotros, los pobres mortales-blogueros, accedió. Aquí van algunos dibujillos robados de su blog….




Es altamente recomendable echar un vistazo a los trabajos que realizó para Diario 16, rescatados por Juantxo Cruz

4 thoughts on “Adiós, Fernando

  1. Carmelo Mesa says:

    Siento la marcha de tu amigo y compañero y te envío un fuerte abrazo en estos momentos en que se abre en ti tan gran vacío.
    Estas marchas tan a destiempo, sin tan siquiera pensar que se pueden producir, crean una gran alteración emocional al darnos cuenta que ya no se repetirán tantos bellos momentos vividos.
    Para ti fuerza y para él toda la energía para que tenga un muy positivo tránsito.
    Un abrazo fuerte.

  2. argüelles says:

    Estimado compañero:

    En tu relato, comentás que en el 2003 fuiste seleccionado para ilustrar el suplemento Comunidad de Madrid. Yo estuve muy cerca de esa decisión. Aquí va mi anécdota:
    Nos encontramos a comer en un restaurante gallego que está en El Carmen, muy cerquita de la calle de Alcalá. Allí me dice: haceme unos dibujos de Madrid. Qué es lo que te jode, cómo ves la ciudad. No se, inventá algo y mandamelo, que hay algo que tal vez puedas hacer en ABC.
    A la semana le di cuatro o cinco originales. Sinceramente, tenía terror escénico, pues, aún no pensaba como madrileño y si bien ya estaba aclimatado a mi nuevo país, me faltaba muchísimo… Y no solamente como “residente”, sino también como dibujante.
    Lo que te vas a enterar ahora, seguramente no será sorpresa, pero pinta de cuerpo entero a mi gran amigo.
    Ibamos en su Fiat por la Castellana y me dice: “finalmente eligieron a Puebla. Yo lo apoyé mucho, porque me gustó su trabajo.”
    Fernando era así. Un gran amigo, pero jamás dejó de lado la ecuanimidad y la seriedad cuando de trabajo se trataba. Él sabía muy bien cuánto necesitaba yo un trabajo así (como todos, obviamente), pero no enchufaba a ningún amigo. Nadie podrá decir que en su trabajo había gente que no tenía talento. No.
    Los que trabajaban en el área de ilustración, estaban por sus condiciones artísticas, y no por ser amigo suyo.
    En fin, valga la anécdota para que te sientas mucho más orgulloso de lo que te habrás sentido cuando el querido flaco te llamó.

    Ya ves, yo me he quedado sin un hermano y se hace terrible no tener con quien pelear un poco…

    Te mando un gran abrazo.

  3. Puebla says:

    Querido Argüelles: Muchas gracias por tu relato. Yo empecé a conocer a Fernando a partir de esa colaboración, nunca me contó nada de eso.

    Se nos fue un gran tipo, un buen amigo y un compañero de quien te podías fiar porque, como bien decías, iba de frente. Todo un estilo del que aprender, habida cuenta de los ruidos de sables que hay en la profesión.

    Un fuerte abrazo, has hecho que me vuelva a emocionar recordándole.

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